Facultad

Me considero una "born again yogini". Me sentí atraída al yoga desde bien joven pero sólo como un ejercicio y dejé de practicar por varios años. En el 2013, después de haberme sentido perdida por mucho tiempo, me fui en búsqueda de soluciones a mi condición emocional y es así como llegué a Samãdhi Yoga Institute. Una clase allí fue suficiente para convencerme que este estudio, su método de dar clases y su staff eran especiales y me brindaban lo que necesitaba... un lugar seguro, lleno de paz, amor y conocimiento donde podía explorar mi espiritualidad y reconectar con mi cuerpo y mente. Me sentí tan agradecida de lo que recibí a través de las clases como estudiante que poco después, en el 2014, me certifiqué como instructora en Samãdhi para dar a otros lo que había recibido. Soy instructora pero nunca dejaré de ser estudiante. Sigo aprendiendo de mi misma con cada clase que brindo, cada estudiante y cada persona que cruza mi camino.

La práctica de Yoga y mi tribu de Samãdhi me mantienen humilde y consciente de mis acciones, mi respiración, mi propósito en este mundo.

Hoy abrazo quien soy: alguien que piensa que el amor y la paciencia hacia uno mismo, el buen sentido del humor y tener un “kicking personal soundtrack” , son esenciales para tener una vida balanceada.  La risa y la música son mi centro, me ayudan a cambiar lo que se puede y mirar con desapego aquello que no está en mi poder cambiar, son los talentos que me brindó el Universo para regalar al mundo. Es ésto lo que deseo enseñarles a mis estudiantes dentro de su práctica para que anden con seguridad de que todo saldrá como tiene que ser, en perfecto Orden Divino.