Tattiana Nieves
Soy un espejo que refleja todo aquello que me rodea y a su vez se reconoce en el todo. Estoy hecha de luz, estoy hecha de estrellas y por tanto, vosotros también brillan de la misma manera. Soy memoria, soy experiencias, soy mi familia, mis amigos, mis estudios, mis éxitos, mis fracasos, mis aventuras, mis emociones, soy amor, soy tú, soy yo.
Desde muy pequeña, tuve un despertar de conciencia que me ha llevado a dirigir una vida muy diferente a los demás compañeros contemporáneos a mi. Mi mamá siempre decía que desde muy joven he sido un ser espiritual y humanístico y esto me ha llevado a conectar con los demás de una manera muy especial. Sentía un llamado tan grande que a los 18 años, sin pensarlo mucho, decidí tomar el Yoga Teacher Training de 300 horas en Samãdhi Yoga Institute (era la más joven de mi grupo, nadie creía mi edad). Puedo decir que, en cierta manera, mi vida se define en un antes y después de ese proceso de vida. Conocer de lleno y adentrarme al mundo de la maravillosa práctica de yoga me hizo entender cuan abundante es la vida, cuando abundante somos nosotros y cuan abundante es el Universo entero. Pude entender que todo tiene un propósito… un “por qué” o, mejor aún, un “para qué”.
El yoga me ha llevado a conectar y enamorarme de la persona más importante de mi vida… yo misma. Ante las adversidades, he logrado reconocer que todo es cuestión de actitud y lo importante es la lección detrás de todo; aquello que me ha hecho crecer y decidir en quien me convertiré luego de ello. Más importante aún, GRATITUD; esta práctica me posiciona en una zona de agradecimiento a cada momento que pueda. Doy gracias a la vida que me ha dado tanto (como dice la canción), agradezco todas las experiencias que me han tocado vivir, todas las oportunidades, las aventuras. Agradezco a todas las personas con las que me he cruzado en mi camino de mi vida; a los que están, a los que se fueron, a los que vendrán… todos mis grandes maestros. Todas y cada unas de estas cosas me llevado a ser el ser humano que soy hoy día y por tanto, acepto todo lo que me ha tocado, confío en el proceso y me repito constantemente “Todo es bien, todo está bien, todo va a estar bien”.
En el servicio está la evolución, la solución y, de la manera más bonita en que he podido dar a los demás un poco de mí es a través de esta hermosa práctica que ha transformado miles de vida [incluyendo la mía]. Permito que el Universo me utilice como herramienta para acompañar y guiar por un momento a los demás en su jornada hacia el interior de su ser. Mi visión de vida se basa en intención-acción-manifestación hacia un mundo en balance donde el amor sea lo que prevalezca y nuestros corazones sean los que dicten cada paso que tomemos. Declaro luz, paz, libertad, sanación, gozo y nada más que amor en todos los rincones del mundo. Que vean ese espejo en todo aquel que se cruce en su camino y se reconozcan dentro de sí mismo.
Reconociendo la luz y la divinidad que habita en ti y en mi,
Namasté
Tatti
Mucho amor and rock & roll; ¡Que la vida te pille bailando!
SE LIBRE
“Todo es bien, todo está bien, todo va a estar bien”